Perdónalos señor porque no saben de la tierra

Ellos que aseguran y aseveran
los que usan las palabras vivas,
quienes compran, venden y arriendan,
aquellos que cambian su voluntad.

no han entendido de la tierra, Dios,
por eso, no dudes, perdónalos.

El que siempre tiene y hace efectos,
el que busca el tiempo, no el espacio,
el que va solo a dejar, no a llevar
el que se queda y los mira pasar,

Porque ellos son y no solo están,
por eso, altísimo, perdónalos.

A los premunidos, señor,
a los bien nacidos, señor,
a los decidores, señor,
a los que acaban, señor,

A ellos que sí pueden, rey de reyes,
omnipotente, todopoderoso,
por mi que no puedo, perdónalos.

7/97

"¿por qué no me mato?"
(Cioran)

si muriera uno sólo
pero tienen que morir también las manos
los pelos
en mi caso las pecas
la enorme cantidad de pecas
que me cubre la cara y los brazos
las uñas que son duras tien que morir también
y los treinta y dos dientes que son más duros todavía
Tienen que morir todos los huesos ¿se imaginan?
y las venas las correosas venas
tiene que morir también
toda esa piel tiene que morir
y todos los pelos
con su vaivén de huiros
tienen que morir también
Todo tiene que morir
y forma un taco muy difícil de morir
muy hosco
muy trancado
un tapón indestructible casi
mudo
taimado
muy difícil de sacar
muy difícil de matar.

(El poema bueno de Bertoni) más aquí

Pueda yo en esta fuga de París, recuperar para el cruento esfuerzo por la existencia, mi sentimiento de naturaleza inculta y sin senderos, que advierto un tanto encogidos entre mis cuitas civiles. Que amable es deslizarse o pugnar en la selva virgen y compacta, en atmósfera y tierra sin caminos. Qué ansia de perderme definitivamente, no ya en el mundo ni en la moral, sino en la vida y por obra de la naturaleza. Odio las calles y los senderos. Cuánto tiempo he pasado en París sin el menor peligro de perderme. La ciudad es así. No es posible en ella la pérdida, que no la perdición, de un espíritu. En ella se está demasiado asistido de rutas ya abiertas, de fechas y señales ya dispuestas, para poder perderse....

Cesar Vallejo

Parado en una piedra
desocupado,
astroso,
espeluznante,
a la orilla del Sena, va y viene.
Del río brota entonces la conciencia,
con pecíolo y rasguño de árbol ávido:
del río sube y baja la ciudad, hecha de lobos
abrazados....

César Vallejo

El experimento de Milgram

¿Qué cree usted que pasaría si a un sujeto X le piden que le aplique electricidad a otro ser humano? Pues, en el sesenta por ciento de los casos el señor X va a seguir la instrucción dada sin importar las consecuencias.

Eso es lo que confirmó el psicólogo Stanley Milgram, con su experimentación: puso al señor X en un cuarto, con un control que permitía aplicar descargas eléctricas, puso a otra persona en otro cuarto, supuestamente conectado para recibir las descargas, luego el científico le pidió a señor X que apretase el botón reiteradamente.

El sesenta por ciento de los señores X, apretó el botón a pesar de escuchar los gritos y suplicas de su supuesta víctima, a pesar de saber que cada descarga era más intensa que la anterior. Algunos dudaron, pero tres simples frases del experimentador (que representaba la figura de autoridad) bastaban: por favor continúe, el experimento necesita que usted continúe, usted no tiene alternativa, debe continuar.

Milgram repitió el experimento con distintos sujetos y probando diversas variables, en diversas circunstancias, incorporando mujeres y variando las maneras de ejercer la autoridad, en todos los casos, gente común y corriente, desde obreros hasta profesores universitarios, seis de cada diez, obedecieron a las órdenes dadas, solo por que era una orden.

Faite de la musique!!!

ahora sí, algo que realmente admirar, envidiar, y querer copiar a toda costa, me imagino viña llena de ruidos, un gran escenario en la quinta vergara y todo el borde la las playas llenos de musicos, profesionales o improvisados, no importan lo importante es ¡hacer música!.



Fotos de la fiesta de la música aquí no.

¡Donde me vine a meter!

Desde hoy, y hasta mucho después de que me vaya, este país, voluntaria y democráticamente, está gobernado por ... EL

El Niño de Arena

" Esta historia tiene algo de la noche; es oscura y sin embargo rica en imágenes; debería desembocar en una luz, débil y suave; cuando lleguemos al amanecer, seremos liberados, habremos envejecido una noche, larga y pesada, un medio siglo y algunas hojas blancas desparramadas en el patio de mármol blanco de nuestra casa de recuerdos. "


El niño de arena,

Tahar Ben Jelloun