08 febrero, 2006

La belleza en la Cicatriz

¿Y si rompiéramos todos los límites?
Y si tomáramos sin pensarlo todo lo que quisiéramos, y si el sexo sólo fuese cuestión de instinto, y si matar no fuese "pecado"...

Las objeciones más evidentes son: El mundo no funcionaría, el hombre es más que un animal, tu libertad comienza donde termina la del otro...

Pero, ¿me pueden decir de qué libertad me hablan?

Para defender nuestra libertad, nuestros valores y nuestra sociedad, mantenemos, por la fuerza, la “barbarie” fuera de nuestras calles, censuramos todo lo “irregular” y dejamos fuera a todos aquellos que no comparten nuestra querida sociedad y nuestros queridos valores, a todo lo que nos huela a otra cosa, le ponemos muros cada vez más altos, nada importan todos aquellos que quedan del otro lado, de todos modos ya han ido más allá de los límites, no respetan “nuestras” reglas del juego.

Del otro lado de los muros, pueblos enteros se baten por el derecho a cruzar la frontera, sin importar el costo, sin importar si hay que dejar a todos los otros atrás.

Para guardar la humanidad de unos pocos, sacrificamos a todo el resto, donc! ¿De qué libertad, de qué sociedad me hablan?,

¿Qué es lo que ganamos al respetar nuestros límites autoimpuestos?

Nos equivocamos todos si creemos que se trata de dinero, poder u orgullo, no, se trata de algo más básico, se trata del derecho a vivir en la ignorancia del mal, del derecho a ser inocentes, luego: felices, sin una cuota de inocencia e ignorancia, no se puede ser feliz en nuestro camino.

Para los que estamos del otro lado, (la mayoría), no nos queda sino llegar hasta el otro extremo, acabar con los límites, ir siempre hasta el final:

Rompamos los límites, seamos egoístas, orgullosos e instintivos, así lograremos repartir la injusticia de forma democrática, nadie es libre, todos somos esclavos.


Lectura recomendada: Calígula, A. Camus
Película: Apocalipsis Now

2 Comments:

Blogger lamalinchista said...

- Di que si :
- Si

febrero 08, 2006  
Blogger Beatriz said...

mmmmmm...
prefiero pertencer, lo sufieciente como para ser, pero no lo demasiado como para tener que renunciar a seguir siendo.

marzo 29, 2006  

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