12 agosto, 2007

Parado en una piedra
desocupado,
astroso,
espeluznante,
a la orilla del Sena, va y viene.
Del río brota entonces la conciencia,
con pecíolo y rasguño de árbol ávido:
del río sube y baja la ciudad, hecha de lobos
abrazados....


César Vallejo